5 trucos para cuidar la piel
¡Hola de nuevo! Volvemos con un post con pequeños consejos o trucos para cuidar la piel. A veces, la clave para mejorar el estado de nuestra piel no está en utilizar un producto concreto. Es posible que cambiando o adoptando una serie de hábitos sencillos podamos observar un cambio importante en nuestro rostro.
Aquí os dejamos 5 consejos que todos y todas podéis llevar a cabo de forma sencilla:
1.Cambia las toallas y fundas de sábanas con frecuencia…y vigila tu móvil
No nos cansamos de repetir que la limpieza de la piel es fundamental, que hay que desmaquillarse antes de acostarse siempre… Pues igual de importante es mantener una correcta higiene con la ropa de cama y las toallas con las que nos secamos la cara. La ropa de hogar acumula suciedad y bacterias presentes en el ambiente y en nuestra propia piel, que vuelven a ella si no las lavamos con frecuencia. Esto es especialmente importante en personas con tendencia al acné. Los brotes acneicos se pueden minimizar muchas veces teniendo la precaución de cambiar la ropa de cama con frecuencia y utilizando una toalla exclusivamente para secarnos las cara. Así que asegúrate que cambias la funda de almohada y la toalla por lo menos una vez a la semana, y mejor si lo haces dos veces a la semana.
¿Y el móvil? ¿Has echado un vistazo a la pantalla? ¿Cuánto tiempo pasas con la cara pegada a ella al hablar por teléfono? Supongo que ya ves por dónde vamos…al igual que la almohada y las toallas, el móvil es un vector importante en cuanto a bacterias y suciedad se refiere. Procura desinfectar la pantalla de vez en cuando con alcohol o un gel antibacteriano, para evitar ensuciar tu piel.
2. Aprovecha la ducha para ponerte una mascarilla
Puedes beneficiarte del vapor originado en la ducha para potenciar los efectos de las mascarillas (y además ahorrar tiempo). Si es de las que se enjuagan con agua, retírala con un tissue de algodón húmedo o ayudándote de una esponja Konjac. Sigue con los siguientes pasos de tu rutina nada más salir de la ducha aprovechando que tu piel está húmeda y absorbe mejor los productos.
Ten en cuenta que, como comentábamos en este post, el agua muy caliente en la piel no es nada buena. Puedes evitar la tentación de lavarte la cara con el agua super caliente de la ducha llevando una mascarilla de algodón mientras te duchas. Este truco es ideal para personas con la piel sensible, cuya piel se enrojece con el calor.
Mascarillas de un uso, ¡las puedes usar mientras te duchas!
3. Tómate tu tiempo con la limpieza facial
Algunos productos limpiadores, como por ejemplo los aceites, contienen ingredientes antiedad. Los mismos aceites vegetales son ricos en ácidos grasos con propiedades antioxidantes. Si los aplicas masajeando la piel durante un tiempo, podrás beneficiarte de estos activos antiarrugas, antimachas o hidratantes. ¡Al final del día, un masaje facial puede resultar de los más relajante! Aprovecha tu aceite o bálsamo limpiador habitual para hacerlo y ayudarás a que los ingredientes hidratantes y antiedad penetren en la piel.
Si quieres más información sobre cómo funcionan los aceites limpiadores, aquí tienes nuestro post al respecto.
4. No exfolies demasiado
A veces se trata más de no hacer, que de hacer. La sensación de limpieza que tenemos después de un peeling, puede llevarnos a pensar que cuanto más a menudo lo hagamos, mejor para nuestra piel. Aquí la clave está en observar cómo reacciona la piel. Si nos pasamos con la exfoliación, dejamos la piel desprotegida y sensibilizada, y puede costarle un tiempo volver a recuperar su equilibrio hidrolipídico.
En general, una exfoliación suave a la semana es suficiente para la piel seca, mientras que una piel grasa puede hacerlo dos veces a la semana. Busca aquí el exfoliante más adecuado para tí.
It´s Skin Mangowhite Peeling Gel, un gel exfoliante suave apto para todo tipo de piel.
5. Come bien…
Porque somos lo que comemos, llevar una alimentación saludable es fundamental para el estado de salud general. Este es uno de los trucos para cuidar la piel que es beneficioso para todos los órganos del cuerpo. Lo ideal es llevar una dieta equilibrada, con abundantes frutas y verduras, rica en fibra y evitando los alimentos ultra procesados. En general, debemos moderar el consumo de azúcares, harinas refinadas, alcohol, cafeína y grasas hidrogenadas.
Estas son recomendaciones generales de alimentación que son aplicables a todo el mundo. Por supuesto, cada persona es diferente y puede reaccionar o no a diferentes alimentos. Por ejemplo, en algunas personas el consumo de lácteos puede provocar un empeoramiento del acné adulto. Si sospechas que algún problema cutáneo puede ser debido a algún alimento, puedes descartarlo de tu dieta una temporada para comprobar si es el causante.
Esperamos que con estos sencillos consejos o trucos para cuidar la piel os ayudemos a mantener una piel limpia, nutrida y sana. Como siempre, la clave para el cuidado facial es la constancia y los buenos hábitos. ¡Y cuanto antes empecemos, antes veremos los resultados!